martes, 17 de abril de 2012

No hay lagrimas en ojos de princesas
Nuestro conociemiento nos ha vuelto cínicos. Nuestra inteligencia, duros y desconsiderados. Pensamos demasiado y sentimos muy poco.
Dicen que el destino se burla de nosotros, que no nos da nada, y nos lo promete todo. Pues bien ya estoy harta, ¡tengo hambre de victoria, guerra, lucha y gloria!  Necesito respirar, descubrir el aire fresco y decir cada mañana que soy libre como el viento. Y que os jodan a todos, porque no hay futuro sin presente.
Y a ti solo te diré una cosa; regalame una sonrisa porque ya escaseo.