domingo, 22 de mayo de 2011

Una vez mas la gente se acurruca en el sofá junto a la chimenea, y no hacen más que dormir, comer, y de vez en cuando mirar el cielo gris como el humo y lamentarse.
Yo, en cambio, en los días oscuros del otoño siento como el aire frío y húmedo mezclado con el olor a leña llena mis pulmones, y me pierdo entre las sombras de los árboles ya sin hojas.
Me siento en las rocas a observar como el viento levanta las hojas secas des suelo y mece las ramas desnudas de los árboles haciéndolas crujir.
Cuando vuelvo a la aldea, ya casi de noche, las diminutas ventanas de las casa refulgen y se puede adivinar, a través de los vidrios, la danza de las llamas de las velas.
Me gusta el otoño, me recuerda a ti.

1 comentario:

  1. como lo peta este blog jajajaj es la ostia ehhh que se note la ironia jaja

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